martes, septiembre 28, 2004

ALEJANDRO SANZ

A mi chico le encanta A.S.
Hace poco estuvimos en el concierto que dio en las Ventas, en Madrid.
Yo, debo reconocer, que no habría ido, así, de natural, como si de una decisión propia se tratase.
No me gustan las masas, ni las histéricas.
Lo que me gusta es estar con él, con mi chico. Y me compensa ver cómo disfruta y cómo canta ... porque se sabe todas las letras.
Hay muchas canciones que significan mucho para nosotros, que nos recuerdan a cómo se ha ido haciendo nuestra pareja, que desde luego, es peculiar.
A.S. me gustó, pero me gustaron mucho más los brazos protectores de mi chico que me rodearon durante el concierto evitando el agobio que me amenazaba.
Estábamos a escasos metros del escenario y debo reconocer que el sonido era espectacular, de una calidad excelente, pero aún así, no habría sido suficiente.
Las mariposas en el estómago, como dice Cleo, son una sensación irrepetible, y seguramente esa noche la música hizo mucho, pero sin duda, la noche fue perfecta porque las mariposas las puso él, no A.S.

viernes, septiembre 24, 2004

Las cinco del viernes

1) ¿Te gusta el teatro? ¿Vas a menudo, o todo el teatro que has visto son los matrimonios de Noche de fiesta?
Sí, me gusta, pero desafortunadamente voy poco desde hace unos años. Noche de fiesta es lo J.L.Moreno? ya... ya... jejejejeje... No, no uso mucho. Pero enciendo la tele para ver gran hermano, eh? Algún día explicaré mis motivos...

2) ¿Alguna vez has visto una obra que no te haya gustado nada? ¿Has salido del teatro con la sensación que has tirado el dinero?
No recuerdo ninguna que no me haya gustado... bueno... una vez... una de Chejov que no entendía ni su padre.
Admiro a los actores de teatro, aunque sólo sea por ponerse delante del público, con lo cual, nunca me he sentido defraudada.

3) ¿Cuál es la primera obra que recuerdas haber visto? ¿Y una de las que te haya gustado más?
Ufff, hace la tira, creo que fue El alcalde de Zalamea de Calderón o Fuenteovejuna de Lope, pero sé que fue un clásico, sé que fui a ver las dos y que fui con mi profe de literatura del que estaba "profundamente" enamorada... jejejeje...
De las últimas que he visto, me ha encantado Cabaret, que es un musical.

4) ¿Has llegado a irte lejos para ver una obra que sabías que no iba a venir a tu ciudad?
Bueno, a Madrid vienen todas, pero las representaciones en el teatro de Mérida, por ejemplo, no tienen desperdicio.

5) ¿Por qué crees que va poca gente al teatro? ¿Crees que es caro?
Creo que la gente vive estresada y que lo que quieren es desconectar y no pensar mucho, no lo comparto, pero lo entiendo. Creo que el precio del teatro es relativo, por poco se me caen las bragas cuando me enteré cuánto costaba una entrada para ir a ver no sé que partido de fútbol (he preferido borrarlo de mi memoria). Es como todo en esta vida, cuestión de gustos y prioridades.

miércoles, septiembre 15, 2004

MI CHICO

Dentro de nada hará tres años que estamos juntos.
Ha pasado el tiempo y hemos mantenido ese vínculo que hace especial una relación.
El es especial, claro, como lo son todos los seres de los que nos enamoramos.
He vivido con él sus exámenes, su final de carrera y su proyecto. Su primer trabajo y su primera casa en Madrid. Todo ello me ha hecho revivir de una vida emocionalmente mortecina. Cansa mucho amar a alguien, pero merece la pena.
A pesar de que tengo casi dieciséis años más que él, él es más equilibrado y seguramente, más maduro.
Nos conocimos charlando a través de un chat en la red. Cuando nos vimos por primera vez, fue como si nos conociéramos de siempre. Un cúmulo de casualidades. A veces comentamos que nos hemos conocido en un espacio-tiempo irrepetible. A partir de aquí todo es posible.
El es lo que yo necesito. Somos amigos y amantes. Resiste con un excelente carácter mis cambios de humor y mis paranoias. Si tengo un problema, sé que está, ahí detrás.
Le quiero tanto que me resulta difícil imaginar la vida ya sin él.
Te quiero tanto que me resulta difícil imaginar la vida sin ti.

sábado, septiembre 11, 2004

Las cinco del viernes

Voy a ver si soy capaz de contestar...

1) ¿Cuál crees que es el mejor invento de la historia?

Sin lugar a dudas, la cama... sirve para casi todo lo importante.

2) De pronto recibes la noticia que tus deseos se harán realidad. ¿Cuáles serían los tres deseos que formularías?

Pues puestos a pedir lo imposible, pediría cosas muy utópicas, la paz, la justicia social y el derecho a morir dignamente.

3) ¿Te someterías a una operación de cirugía estética para aumentar tu belleza? ¿Por qué?

Pues es posible, porque le doy mucha importancia a mi aspecto físico. Después de tener mucho conflicto personal conmigo misma, decidí que si me importaba mi aspecto, por qué iba a avergonzarme de ello...

4) ¿Has hecho alguna locura estas vacaciones? Detalles, por favor.

Hombre, he conducido unos 4000 km. Algunos dicen que estoy loca.

5) Piensa en los cumpleaños de tu infancia. ¿Cuál fue el mejor regalo que recuerdas? ¿Por qué?

Pues el mejor regalo fue una muñeca que se movía meciendo un bebé en sus brazos. Creo que ha sido la única muñeca que me regalaron los reyes, porque los reyes no tenían muchas pelas. La pedía todos los años y nunca llegaba... También pedía una bici, pero esta aún no ha llegado... nunca he tenido una bici... curioso...

jueves, septiembre 09, 2004

RELACIONES ( y 3)

“Mi querido Antonio:

Como dicen en las películas, cuando leas esta carta, yo estaré muy lejos.
He pensado mucho cómo despedirme de ti y al final he decidido hacerlo del mismo modo en que nos conocimos. ¿Te acuerdas, verdad? Me contestaste por carta a aquel anuncio que puse para vender mi coche. Y de la venta del coche pasamos a las cañas y de las cañas a las cenas y de las cenas al amor. Y fíjate que yo siempre creí que no volvería a enamorarme y ¡vaya si lo hice!, hasta el tuétano, sin querer, eso sí, como de repente, y cuando quise darme cuenta ya no había remedio.
Como creo que no hay solución buena, he pensado que esto sería lo menos malo, porque como tú me has dicho muchas veces, no se puede dejar a alguien diciéndole que le quieres mirándole a los ojos, y yo te quiero, te quiero mucho y aunque no lo comprendas, tengo que dejarte.
Como te debo tantas cosas, tanta felicidad, quiero contarte por qué me voy, porque tú eres muy inteligente, pero de cosas del corazón entiendes poco. Eres muy básico y me parece bien, pero es que sufro mucho y yo quiero ser feliz.
Esta relación me está matando. Quizá si no te hubieras empeñado en que no trabajase, quizá tendría la mente ocupada en otras cosas y no estaría todo el día pensando en qué haces. Que no soy celosa, que lo sabes, pero es que no encuentro nada mejor en el día que pensar en ti, en si estarás sentado o de pie, si comerás mucho o poco, si te reirás o estarás serio.
Y no es que no estés pendiente de mí, que lo estás. Pero no me creo cuando me dices lo guapa que estoy, porque de tanto comer me he puesto como un tonel y ni me arreglo ni nada, ni me apetece salir a comprarme ropa, con lo que yo he sido.
Sé que me quieres. Tengo la certeza cuando te despiertas asustado por la noche y me buscas con tu cuerpo y me llamas en sueños. Entonces yo te calmo y vuelves a dormirte, como un niño.
Sería absurdo que te dijese que te dejo porque nunca me has regalado flores y porque nunca me compraste el anillo de la joyería “Eloisa” que desde hace tres años miro siempre que pasamos. Hago un comentario diferente cada vez, qué caro es, qué bonito es, qué tipo de mujer llevará un anillo como ese... Pero tú ni te das cuenta.
Mi vida se convierte en una interminable espera. Espero a que llegues a casa, a que me llames, a que te acerques, a que me cuentes...
Llevamos seis años casados y me siento cansada, cansada de que todo sea perfecto y de que todas las parejas nos envidien.
Renuncié a los hijos porque tú no los querías, pero me dije que sería la única y última vez que renunciaba a algo importante.
Ahora tengo algo importante, mi vida.
No me importa lo que comente la gente, que comentará, mucho y malo.
Dirán que Mauro era mi amante y que por eso me he ido con él. Con el tiempo tú también lo creerás, pero tampoco me importa.
Sólo quiero este instante, quiero que sepas que te dejo porque no aguanto esperarte más. Y por las flores y el anillo.
Dirás que no te quería lo suficiente, pues dilo.
A veces las cosas no son lo que parecen.

Andrea.”

Cuando bajaba las escaleras se cruzó con un mensajero. Llevaba flores y una caja de la joyería “Eloisa”, perfectamente reconocible por los lazos tan cuidados que ponían, de seda.
Y pensó: “Qué suerte tienen algunas...”

miércoles, septiembre 08, 2004

RELACIONES (2)

Sus hijos la observaban de reojo mientras caminaban.
Tenía esa mirada que conocían tan bien y se preguntaban si con su avanzada edad su corazón aguantaría.
Movía sus labios levemente mientras andaba con paso decidido.

“Esto no te lo voy a perdonar. Me parece una traición en toda regla... ¿Cómo has podido?...
Levamos, ¿cuántos... cuántos años juntos? Y ahora decides que se acabó...
Tengo quince años más que tú, pero eso no pareció importarte cuando éramos más jóvenes, cuando disfrutábamos bajo las sábanas que se pegaban a nosotros y nos estrechaban...
Luego... con el tiempo... nos fuimos mirando de otra manera, pero mi mirada siempre fue expectante.
Yo creía que creábamos, pero no, veo que tú no.
Tú no has sido capaz de cumplir el pacto no dicho y eso no... dejarme así... con lo que te he querido...
Te has ido sin palmadas en la espalda y creo que dos o tres me merecía.
Y si no, una disculpa, por el amor de dios. Pero tú, cerdo egoísta, ni siquiera piensas en mí y en mi dolor.
No te has quedado en una silla de ruedas para que yo te cuidase. Tuviste que clavarte todos los hierros del coche, por joderme, seguro.
Ahora, te odio.
Mi rencor me desborda y como ves, me hace más fuerte. Esto es lo que permitirá vivir y no acompañarte...”

Mientras tiraba unas flores a la tumba, sus hijos la sujetaron. Su cuerpo temblaba y las rodillas se le doblaron, pero ni una lágrima asomó a su rostro.
-Vámonos- dijo- Lucas y yo hemos terminado.

viernes, septiembre 03, 2004

RELACIONES (1)

Él estaba en la cocina. Escuchó sus pasos que se acercaban.
-Hola, cariño- dijo ella.
-Laura...
-¿Sí?
-Laura, quiero que dejemos de estar juntos. Para siempre.
-...Estás... de... coña..., ¿no?
Pero no bromeaba. Aquella mañana le pareció perfecta para acabar con su relación. Había estado mirándola toda la noche. Era perfecta hasta durmiendo.
Él era el mediocre de la pareja y estaba cansado. Había pospuesto sus escasos planes para que ella prosperase, ella sí sabía hacer las cosas. Hasta su hijo se parecía más ella.
Laura le quería, de eso estaba seguro. Pero nunca sabría si como al hombre que él habría deseado ser o como al perro que nunca tuvieron. Es cierto que ella siempre contaba con él para todo, de eso no podía quejarse. Le llevaba a ver todos los sitios hermosos que ella conocía, a las fiestas, los restaurantes... Era el eterno acompañante.
Laura le amaba, se lo había demostrado muchas veces. Sacrificó ofertas muy deseables por estar a su lado y se enfrentó a su familia cuando ellos manifestaron que a una chica como ella no le convenía un chico como él. Dejó a un lado a sus amigos para disfrutar en exclusiva de su compañía y le quiso, le quiso mucho.
Pero esa mañana el algodón de caramelo en que se había convertido su vida le estaba ahogando, quería errores... y qué mejor error que acabar con algo tan hermoso...
-Rinnnnnnnnnnnnnnnggggggggggg!!!!!!!!!!!!!!!
Laura se despertó sobresaltada. Con el corazón palpitándole en la boca.
Se levantó temblorosa y fue al lavabo a mojarse la cara.
No podía respirar pausadamente... Inspiró y espiró... Inspiró y espiró...
Fue a la cocina y se preparó un café. Oyó unos pasos que se acercaban y sintió el beso de su madre en la mejilla.
-Adiós, me voy a trabajar. Sé buena- dijo la madre de Laura.
Laura cogió su móvil. Marcó.
-Hola, cariño- dijo él.
-Alex...
-¿Sí?
-Alex, quiero que dejemos de estar juntos. Para siempre.
-...Estás... de... coña..., ¿no?