domingo, octubre 24, 2004

REALIDAD VS FICCIÓN

Es cierto. La realidad supera con creces la ficción.
Me contaba un amigo que después de mantener un noviazgo de 10 años, se casó por fin con ella, durando el matrimonio apenas un año.
Contado así entra dentro de lo normal.
Pero ahí entra el hermano de mi amigo en juego y se enrolla con la mujer de mi amigo. Claro, esto debe llevarse mal. Cuñados y cuñadas deben llevar en nuestra sociedad, una relación aséptica.
La madre de mi amigo, por otro lado, quiere que todos se reunan por Navidad, e insiste, porque al fin y al cabo, todo queda en familia.
Hombre, digo yo que puestos así, también podrían invitar a la psiquiatra de mi amigo, que es todo lo profesional que quieras pero le gustan los hombres casi tanto como a mí, con lo que le tira los tejos a mi amigo, que está el pobre que no sabe cómo equilibrar su vida.
Ya le tengo dicho yo que de los médicos hay que fiarse lo justo.
Todo esto se complica mucho más, cuando la ex-mujer de mi amigo resulta que está embarazada y... de quién es el hijo?
Ella confiesa que es de mi amigo, pero el hermano de mi amigo se aviene a adoptarlo. ¡Qué majo! ¿No?
Según me lo contaba, se me iba atascando el primer plato de aquella cena, y claro no llegué a los postres ni de coña.
Se comprenderá que no necesite cultivar mi lado morboso con programas de TV teniendo historias reales como ésta.
Hoy, he cenado con otro amigo. También nos acompañaban nuestros respectivos hijos y una niña añadida, es decir, cinco criaturas para nosotros solitos. Entre llamadas de atención y demandas de no chillar a los nenes, me ha contado que su ex-mujer se enrolló con el hermano de mi amigo... pero, esto qué es??? (me he dicho a mí misma) será una moda?
Cómo está el patio, señores!...

viernes, octubre 22, 2004

Las cinco del viernes

1) Baño prolongado o ducha rápida? Salís mojado de la ducha, o te secás adentro de la bañera?
Desgraciadamente, ducha rápida. Salgo siempre mojada. Me gusta la sensación de frío al salir y me gusta mojar la alfombrilla...

2) Te lavás los dientes mientras te bañás? Y para los pibes,te afeitás la barba mientras te bañas?
A veces, digamos que el 50%.

3) Toallón o toalla chica? Te vestís en el baño o te vas a la habitación?
Toalla muy grande o albornoz.
Me visto casi siempre en mi habitación.

4) Y el papel higiénico, doblado o hecho un bollito?
Pues sinceramente, como me pilla.

5) Leés mientras hacés...tus cositas? Qué leés, libros, revistas o envoltorios de dentífrico o shampu?
Sé que es muy bueno leer para relajar los esfínteres, pero soy incapaz. Lo intento, pero es que no me gusta. Prefiero acabar cuanto antes. Seguramente será un trauma infantil (pero esa es una historia muy larga).

martes, octubre 19, 2004

INTROVERSIÓN

Mucha de la gente que me conoce dice que soy una persona extrovertida.
Pero no es cierto.
Todos los días pienso en 4 o 5 cosas que me gustaría contar sobre mí, sobre lo que siento o pienso. Pero me cuesta horrores.
Sé que me vendría bien contarlo o escribirlo, pero me es muy difícil. Se me hace una bola tremenda que tardo mucho en desenmarañar.
A veces, haciendo un esfuerzo cuento algo, a veces muy íntimo y de este modo parece que me he vacunado por un tiempo contra esa sensación de que vivo en un mundo paralelo, no el de Chan, otro.
No es porque me dé corte, ni quiera guardar las cosas para mí misma, es que me he acostumbrado a vivir en un submundo en el que las cosas me rodean, pero nunca llegan a tocarme.
Me asusto cuando me doy cuenta de qué difícil me resulta comunicarme. Me refiero a la comunicación esa de corazón a corazón.
Pensé que quizá esta especie de diarío podría evitar esa sensación de que casi siempre estoy sola, pero resulta que me cuesta escribir.
No sé si sabéis que muchos psiquiatras recomiendan los blogs o similares como terapias.
Mi soledad es elegida, no impuesta. Es una soledad siempre en compañía, porque nunca estoy físicamente sola. Es deseada, pero me produce tristeza.
Es una dualidad, porque hay días que la quiero y otros que la odio.
Por eso, quizá escriba sobre historias o quizá no escriba nada.
Me gusta, no obstante, leeros, y sobre todo me gusta imaginaros, sentados, como yo ahora mismo, ante el teclado y solos.

sábado, octubre 09, 2004

1) Dicen que todo mundo tiene sus cinco minutos de fama, si ya los tuviste ¿cómo fueron esos cinco minutos? Si no, ¿cómo te gustaría que fueran?
Recuerdo una obra de teatro, en la que no contaron conmigo. Al final la obra, que era una comedia, resultaba algo sosa, y me dieron un papel en ella francamente surrealista. La pieza trataba sobre la lucha por el poder de los dioses y yo era la señora de la limpieza del Olimpo. Salía a escena cumpliendo todos los estereotipos de una fregona (por cierto, que cuando tenía más dinero del que tengo ahora, la persona que me ayudaba a limpiar en casa siempre era confundida por las personas que llamaban a la puerta con la "señora de la casa". Ahora limpio yo). Cuando acabamos, los aplausos fueron notables, pero cuando salí yo la gente se puso en pie y... bueno... supongo que fueron escasos minutos... pero fue una sensación... ufff...

2) ¿Qué opinas de la popularidad? ¿Te gustaría tenerla, o prefieres pasar desapercibido?
Pues no me importaría ser popular. Tengo mucho de exhibicionista. Siempre me ha gustado ser una mujer pública... jejejejeje.

3) En caso de que la desees, ¿en que ámbito te gustaría tener esa popularidad? Y en caso de que no ¿por qué? Cuando era más joven me habría encantado ser actriz. Ahora me gustaría ser ministra de medio ambiente, que para el caso... (ojo, que me encanta la Narbona, eh?)

4) ¿Cómo crees que podría cambiar tu vida, si llegaras a tener cinco minutos de fama? ¿O cómo la cambió en su momento?
Pues supongo que cuando me paré a pensar si seguía estudiando mi carrera o me lanzaba al mundo de la farándula, pudo más la ciencia (no me he arrepentido, salvo en momentos melancólicos). Dejé el teatro, a mis colegas y a la marihuana. Ahora tengo más contacto con la política, pero mis hijos son demasiado pequeños para dedicarle mucho tiempo.

5) ¿Cómo crees que te sentirias, una vez que hubieras perdido esa fama? ¿Te alegraría o te habría gustado no tenerla?
Yo opino que es mejor sentirse triste por haber perdido algo que apenarse de no haberlo tenido nunca. Pero creo que poca gente opina lo mismo, o al menos actúa de modo que lo parece.