miércoles, noviembre 24, 2004

MEZQUINDAZ (con Z)

(Para Chan, con cariño)
Cuando era adolescente me enamoré con la imprecisión que tienen esos amores, tentando a la suerte, probando caminos.
Pero cuando lo hice siendo ya una mujer, cosa que me resultaba difícil, amé muy intensamente.
Me resistí a creer lo que siempre defendí, que el amor no era eterno, y el tiempo me dio desafortunadamente la razón.
Él tenía 22 años más que yo, más poder, más experiencia, más autoridad, más conocimiento, más y más.
Sólo había algo que yo tenía más que él, juventud.
Nuestra experiencia vital compartida fue nefasta, tanto que casi acaba con mi vitalidad. Una relación que desembocaba en una calle oscura y sin salida.
De aquellos tiempos no me queda practicamente nada, porque el tiempo es el mejor aliado del olvido.
Esta canción me recuerda a una noche que compartimos ese hombre y yo, acabado ya el amor. Una noche triste en la que dejé de creer en los tiempos felices para sumergirme en los tiempos autodestructivos de vino y rosas.
Salí de la amargura y el vacío del desamor no sé cómo ni cuándo.
Tengo la costumbre de llevar, a ser posible en forma de amuleto, cosas que me recuerdan errores graves que he cometido, como para ahuyentar la probabilidad de que vuelvan a ocurrirme.
En este caso, no me hace falta, porque la cicatriz de la herida más grande, la llevo dentro.

Tus besos saben tan amargos
cuando te ensucias tus labios
con mentiras otra vez.
Dices que te estoy haciendo daño,

que con el paso de los años
me estoy haciendo mas cruel.
Y es que yo nunca creí que te vería
remendando mis heridas
con jirones de tu piel.
De tí aprendió mi corazon.

De tí aprendió mi corazon,
y ahora no me reproches
que no sepa darte amor.
Me has enseñado tú,

tú has sido mi maestro
para hacer sufrir,
si alguna vez fui mala,
lo aprendí de tí,
no digas que no entiendes
como puedo ser así,
si te estoy haciendo daño
lo aprendí de ti.
Me has enseñado tú,

maldigo mi inocencia
y te maldigo a tí,
maldita sea el maestro
y maldita la aprendiz
maldigo lo que amo
y te lo debo,
te lo debo a tí.
Y ahora me duelen tus caricias

porque noto que tus manos
son cristales rotos
bajo mis pies.
Dices que te estoy haciendo daño

que con el paso de los años
me estoy haciendo mas cruel.
Pero es que nunca creí que te vería
remendando mis heridas
con jirones de tu piel.
De ti aprendió mi corazón

de ti aprendió mi corazón,
y ahora no me reproches
que no sepa darte amor.

A.S.

domingo, noviembre 21, 2004

BLACK SPACE

Hablar de las debilidades de uno, no es fácil.
Utilizo la táctica de intentar ocultarlas, para hacerme creer a mí misma que no existen.
Otras veces, las hago patentes como para demostrarme que no me afectan tanto.
Es decir, que no tengo patrón.
Cuando se acerca el mes de diciembre, empiezo a entrar en un túnel oscuro, de final indeterminado. Las razones son múltiples y no habría una que destacar sobre las otras:
-Siento como punzadas los fracasos, porque no tienen arreglo. Están ahí como sombras impenitentes de algo hecho e imborrable.
-Siento que estoy en una jaula de oro, con una puerta enorme y abierta. Pero no puedo salir, no por miedo, sino porque salir sería morir instantáneamente, mientras que dentro muero, pero con lentitud.
-Siento que no entiendo el gran mundo que nos rodea, que no tienen sentido los actos y barbaries que se cometen cada segundo a escala macroscópica. Pero es que tampoco entiendo los pequeños mundos a los que miro con tristeza, las vidas de los que se sienten miserables, unos siéndolo y otros no.
-Siento que sé la teoría de cómo debo actuar, pero me puede el desánimo, porque al final todos somos arrollados por ese río feroz que es la muerte.
-Siento que me agobia perder la belleza que aún pueda quedarme, porque la estética de la vejez no me gusta y me asusta mirarme un día y no reconocerme.
-Siento ganas de vomitar al escuchar a los que me dicen que la belleza está en el interior, como mostrándome un dogma. Casi todo me preocupa, casi todo me interesa. Pero es que estoy harta de mí y quiero padecer un brote de superficialidad en mi vida. Creo que me lo he ganado.
-Siento un enorme black space cuando me veo como Calimero, incomprendida, que nadie me entiende. Quizá es que no hay nada que entender.


Quizá soy una mujer sumergida en los problemas de su propio tiempo y con identidad controvertida que se busca a sí misma, etc, etc, etc. Quizá opté por un tipo de vida que no me correspondía.
No sé cómo voy a encarar estas fechas y ahí viene la peor y más dramáticas de mis debilidades, que tengo miedo.

domingo, noviembre 14, 2004

Las cinco del viernes

1. Tus cinco palabras predilectas.
Justicia, libertad, pasión. Me sobran dos.

2. Tus cinco canciones para enamorar.
No creo que haya una canción para enamorar siempre. Depende de a quién quieras enamorar. Con cada persona me gusta escuchar un tipo de música.

3. Tus cinco trabajos soñados.
Afortunadamente, siempre he trabajado en lo que he querido y cuando me he cansado, he cambiado de trabajo. Quizá sólo me habría gustado ser actriz y nunca lo he sido... delante de un escenario... jejejejeje.

4. Tus cinco acciones para evadirte.
La mayor evasión para mí es, hoy por hoy, estar con mi chico.
Si él no está, mirar cómo se pone el sol.
No me relajo con nada más.

5. Tus cinco objetos codiciados.
Puede parecer arrogante, pero tengo todo lo que necesito.
(Bueno, nunca tengo zapatos suficientes...)

lunes, noviembre 01, 2004

Las cinco del viernes

1) ¿Quién fue tu primer mejor amigo/a? ¿Cómo lo/la conociste? ¿Aún os habláis?
Pues creo que mi amiga Mayte.
La conocí cuando éramos unas niñas de 5 años en el cole.
Sí, claro que nos hablamos. Nos vemos de vez en cuando. Cada una tiene su vida, pero cuando estamos juntas parece que no ha pasado el tiempo.

2) ¿Tienes un(a) buen(a) amigo/a que no lo hayas conocido en el colegio, trabajo o que viva cerca de tu casa?
Sí, tengo algunos. Los que he conocido por la red, por ejemplo.

3) ¿Alguna vez te enamoraste de tu mejor amiga/o? ¿hubo rollo? ¿Funcionó?
No, nunca. Separo instintivamente el amor de la amistad.

4) ¿Tienes algún(os) enemigo(s) declarados? ¿Por qué razón?
Pues que yo sepa a ciencia cierta, no. Pero sé que tengo enemigos no declarados. La política genera muchos odios, por ejemplo. Algunos del PP de mi pueblo, me odian, aunque yo ni he hablado con ellos.

5) ¿Te ha traicionado un amigo/a? ¿Qué te hizo? ¿Lo/la perdonaste?
Sí, la verdad es que sólo me he sentido traicionada una vez.
Él traicionó mi confianza.
Perdonar, supongo que sí. Pero no doy segundas oportunidades.

El amor más puro

No hay amor más puro que el que se entrega sin pedir nada a cambio.
Ese amor yo sólo lo he encontrado en mí hacia mis hijos.
Por las noches, después de leerles un cuento, siempre les digo que les quiero, como si con ello ahuyentase el fantasma del abandono. Porque sé que ellos me dejarán para vivir su propia vida. Así debe ser.
No hay nada mejor que cuando mi hijo, casi a punto de sucumbir al sueño, me dice, vamos a decirnos que nos queremos... Entonces siento que todo tiene sentido, el esfuerzo, la angustia y el abatimiento de vivir sola con ellos. Una soledad elegida y deseada que me devuelve un manatial de colores que veo, casi a diario, en los dibujos que me regalan y que inundan la puerta de la nevera.
Sus manitas en mis manos, andando, no sabemos muy bien hacia dónde, pero sí sabiendo hacia dónde no queremos ir.
Sus cuerpos cálidos en mi cama los fines de semana, en ese permiso que les concedo de modo ficticio a regañadientes, apiñados contra mí, recordándome que, en efecto, hubo un tiempo en que éramos uno y que el cordón emocional late aún más intenso que el umbilical.
A veces tengo miedo de mí misma, de ese animal que se despierta dentro de mí, que no racionaliza y que sólo atiende a la defensa de sus cachorros. Quererles más allá de esta vida se me hace poco.
Por eso, a veces unimos las manos y decimos: "Siempre". Y esa noche sueño que quizá, sólo quizá pueda ser posible.

domingo, octubre 24, 2004

REALIDAD VS FICCIÓN

Es cierto. La realidad supera con creces la ficción.
Me contaba un amigo que después de mantener un noviazgo de 10 años, se casó por fin con ella, durando el matrimonio apenas un año.
Contado así entra dentro de lo normal.
Pero ahí entra el hermano de mi amigo en juego y se enrolla con la mujer de mi amigo. Claro, esto debe llevarse mal. Cuñados y cuñadas deben llevar en nuestra sociedad, una relación aséptica.
La madre de mi amigo, por otro lado, quiere que todos se reunan por Navidad, e insiste, porque al fin y al cabo, todo queda en familia.
Hombre, digo yo que puestos así, también podrían invitar a la psiquiatra de mi amigo, que es todo lo profesional que quieras pero le gustan los hombres casi tanto como a mí, con lo que le tira los tejos a mi amigo, que está el pobre que no sabe cómo equilibrar su vida.
Ya le tengo dicho yo que de los médicos hay que fiarse lo justo.
Todo esto se complica mucho más, cuando la ex-mujer de mi amigo resulta que está embarazada y... de quién es el hijo?
Ella confiesa que es de mi amigo, pero el hermano de mi amigo se aviene a adoptarlo. ¡Qué majo! ¿No?
Según me lo contaba, se me iba atascando el primer plato de aquella cena, y claro no llegué a los postres ni de coña.
Se comprenderá que no necesite cultivar mi lado morboso con programas de TV teniendo historias reales como ésta.
Hoy, he cenado con otro amigo. También nos acompañaban nuestros respectivos hijos y una niña añadida, es decir, cinco criaturas para nosotros solitos. Entre llamadas de atención y demandas de no chillar a los nenes, me ha contado que su ex-mujer se enrolló con el hermano de mi amigo... pero, esto qué es??? (me he dicho a mí misma) será una moda?
Cómo está el patio, señores!...

viernes, octubre 22, 2004

Las cinco del viernes

1) Baño prolongado o ducha rápida? Salís mojado de la ducha, o te secás adentro de la bañera?
Desgraciadamente, ducha rápida. Salgo siempre mojada. Me gusta la sensación de frío al salir y me gusta mojar la alfombrilla...

2) Te lavás los dientes mientras te bañás? Y para los pibes,te afeitás la barba mientras te bañas?
A veces, digamos que el 50%.

3) Toallón o toalla chica? Te vestís en el baño o te vas a la habitación?
Toalla muy grande o albornoz.
Me visto casi siempre en mi habitación.

4) Y el papel higiénico, doblado o hecho un bollito?
Pues sinceramente, como me pilla.

5) Leés mientras hacés...tus cositas? Qué leés, libros, revistas o envoltorios de dentífrico o shampu?
Sé que es muy bueno leer para relajar los esfínteres, pero soy incapaz. Lo intento, pero es que no me gusta. Prefiero acabar cuanto antes. Seguramente será un trauma infantil (pero esa es una historia muy larga).

martes, octubre 19, 2004

INTROVERSIÓN

Mucha de la gente que me conoce dice que soy una persona extrovertida.
Pero no es cierto.
Todos los días pienso en 4 o 5 cosas que me gustaría contar sobre mí, sobre lo que siento o pienso. Pero me cuesta horrores.
Sé que me vendría bien contarlo o escribirlo, pero me es muy difícil. Se me hace una bola tremenda que tardo mucho en desenmarañar.
A veces, haciendo un esfuerzo cuento algo, a veces muy íntimo y de este modo parece que me he vacunado por un tiempo contra esa sensación de que vivo en un mundo paralelo, no el de Chan, otro.
No es porque me dé corte, ni quiera guardar las cosas para mí misma, es que me he acostumbrado a vivir en un submundo en el que las cosas me rodean, pero nunca llegan a tocarme.
Me asusto cuando me doy cuenta de qué difícil me resulta comunicarme. Me refiero a la comunicación esa de corazón a corazón.
Pensé que quizá esta especie de diarío podría evitar esa sensación de que casi siempre estoy sola, pero resulta que me cuesta escribir.
No sé si sabéis que muchos psiquiatras recomiendan los blogs o similares como terapias.
Mi soledad es elegida, no impuesta. Es una soledad siempre en compañía, porque nunca estoy físicamente sola. Es deseada, pero me produce tristeza.
Es una dualidad, porque hay días que la quiero y otros que la odio.
Por eso, quizá escriba sobre historias o quizá no escriba nada.
Me gusta, no obstante, leeros, y sobre todo me gusta imaginaros, sentados, como yo ahora mismo, ante el teclado y solos.

sábado, octubre 09, 2004

1) Dicen que todo mundo tiene sus cinco minutos de fama, si ya los tuviste ¿cómo fueron esos cinco minutos? Si no, ¿cómo te gustaría que fueran?
Recuerdo una obra de teatro, en la que no contaron conmigo. Al final la obra, que era una comedia, resultaba algo sosa, y me dieron un papel en ella francamente surrealista. La pieza trataba sobre la lucha por el poder de los dioses y yo era la señora de la limpieza del Olimpo. Salía a escena cumpliendo todos los estereotipos de una fregona (por cierto, que cuando tenía más dinero del que tengo ahora, la persona que me ayudaba a limpiar en casa siempre era confundida por las personas que llamaban a la puerta con la "señora de la casa". Ahora limpio yo). Cuando acabamos, los aplausos fueron notables, pero cuando salí yo la gente se puso en pie y... bueno... supongo que fueron escasos minutos... pero fue una sensación... ufff...

2) ¿Qué opinas de la popularidad? ¿Te gustaría tenerla, o prefieres pasar desapercibido?
Pues no me importaría ser popular. Tengo mucho de exhibicionista. Siempre me ha gustado ser una mujer pública... jejejejeje.

3) En caso de que la desees, ¿en que ámbito te gustaría tener esa popularidad? Y en caso de que no ¿por qué? Cuando era más joven me habría encantado ser actriz. Ahora me gustaría ser ministra de medio ambiente, que para el caso... (ojo, que me encanta la Narbona, eh?)

4) ¿Cómo crees que podría cambiar tu vida, si llegaras a tener cinco minutos de fama? ¿O cómo la cambió en su momento?
Pues supongo que cuando me paré a pensar si seguía estudiando mi carrera o me lanzaba al mundo de la farándula, pudo más la ciencia (no me he arrepentido, salvo en momentos melancólicos). Dejé el teatro, a mis colegas y a la marihuana. Ahora tengo más contacto con la política, pero mis hijos son demasiado pequeños para dedicarle mucho tiempo.

5) ¿Cómo crees que te sentirias, una vez que hubieras perdido esa fama? ¿Te alegraría o te habría gustado no tenerla?
Yo opino que es mejor sentirse triste por haber perdido algo que apenarse de no haberlo tenido nunca. Pero creo que poca gente opina lo mismo, o al menos actúa de modo que lo parece.

martes, septiembre 28, 2004

ALEJANDRO SANZ

A mi chico le encanta A.S.
Hace poco estuvimos en el concierto que dio en las Ventas, en Madrid.
Yo, debo reconocer, que no habría ido, así, de natural, como si de una decisión propia se tratase.
No me gustan las masas, ni las histéricas.
Lo que me gusta es estar con él, con mi chico. Y me compensa ver cómo disfruta y cómo canta ... porque se sabe todas las letras.
Hay muchas canciones que significan mucho para nosotros, que nos recuerdan a cómo se ha ido haciendo nuestra pareja, que desde luego, es peculiar.
A.S. me gustó, pero me gustaron mucho más los brazos protectores de mi chico que me rodearon durante el concierto evitando el agobio que me amenazaba.
Estábamos a escasos metros del escenario y debo reconocer que el sonido era espectacular, de una calidad excelente, pero aún así, no habría sido suficiente.
Las mariposas en el estómago, como dice Cleo, son una sensación irrepetible, y seguramente esa noche la música hizo mucho, pero sin duda, la noche fue perfecta porque las mariposas las puso él, no A.S.

viernes, septiembre 24, 2004

Las cinco del viernes

1) ¿Te gusta el teatro? ¿Vas a menudo, o todo el teatro que has visto son los matrimonios de Noche de fiesta?
Sí, me gusta, pero desafortunadamente voy poco desde hace unos años. Noche de fiesta es lo J.L.Moreno? ya... ya... jejejejeje... No, no uso mucho. Pero enciendo la tele para ver gran hermano, eh? Algún día explicaré mis motivos...

2) ¿Alguna vez has visto una obra que no te haya gustado nada? ¿Has salido del teatro con la sensación que has tirado el dinero?
No recuerdo ninguna que no me haya gustado... bueno... una vez... una de Chejov que no entendía ni su padre.
Admiro a los actores de teatro, aunque sólo sea por ponerse delante del público, con lo cual, nunca me he sentido defraudada.

3) ¿Cuál es la primera obra que recuerdas haber visto? ¿Y una de las que te haya gustado más?
Ufff, hace la tira, creo que fue El alcalde de Zalamea de Calderón o Fuenteovejuna de Lope, pero sé que fue un clásico, sé que fui a ver las dos y que fui con mi profe de literatura del que estaba "profundamente" enamorada... jejejeje...
De las últimas que he visto, me ha encantado Cabaret, que es un musical.

4) ¿Has llegado a irte lejos para ver una obra que sabías que no iba a venir a tu ciudad?
Bueno, a Madrid vienen todas, pero las representaciones en el teatro de Mérida, por ejemplo, no tienen desperdicio.

5) ¿Por qué crees que va poca gente al teatro? ¿Crees que es caro?
Creo que la gente vive estresada y que lo que quieren es desconectar y no pensar mucho, no lo comparto, pero lo entiendo. Creo que el precio del teatro es relativo, por poco se me caen las bragas cuando me enteré cuánto costaba una entrada para ir a ver no sé que partido de fútbol (he preferido borrarlo de mi memoria). Es como todo en esta vida, cuestión de gustos y prioridades.

miércoles, septiembre 15, 2004

MI CHICO

Dentro de nada hará tres años que estamos juntos.
Ha pasado el tiempo y hemos mantenido ese vínculo que hace especial una relación.
El es especial, claro, como lo son todos los seres de los que nos enamoramos.
He vivido con él sus exámenes, su final de carrera y su proyecto. Su primer trabajo y su primera casa en Madrid. Todo ello me ha hecho revivir de una vida emocionalmente mortecina. Cansa mucho amar a alguien, pero merece la pena.
A pesar de que tengo casi dieciséis años más que él, él es más equilibrado y seguramente, más maduro.
Nos conocimos charlando a través de un chat en la red. Cuando nos vimos por primera vez, fue como si nos conociéramos de siempre. Un cúmulo de casualidades. A veces comentamos que nos hemos conocido en un espacio-tiempo irrepetible. A partir de aquí todo es posible.
El es lo que yo necesito. Somos amigos y amantes. Resiste con un excelente carácter mis cambios de humor y mis paranoias. Si tengo un problema, sé que está, ahí detrás.
Le quiero tanto que me resulta difícil imaginar la vida ya sin él.
Te quiero tanto que me resulta difícil imaginar la vida sin ti.

sábado, septiembre 11, 2004

Las cinco del viernes

Voy a ver si soy capaz de contestar...

1) ¿Cuál crees que es el mejor invento de la historia?

Sin lugar a dudas, la cama... sirve para casi todo lo importante.

2) De pronto recibes la noticia que tus deseos se harán realidad. ¿Cuáles serían los tres deseos que formularías?

Pues puestos a pedir lo imposible, pediría cosas muy utópicas, la paz, la justicia social y el derecho a morir dignamente.

3) ¿Te someterías a una operación de cirugía estética para aumentar tu belleza? ¿Por qué?

Pues es posible, porque le doy mucha importancia a mi aspecto físico. Después de tener mucho conflicto personal conmigo misma, decidí que si me importaba mi aspecto, por qué iba a avergonzarme de ello...

4) ¿Has hecho alguna locura estas vacaciones? Detalles, por favor.

Hombre, he conducido unos 4000 km. Algunos dicen que estoy loca.

5) Piensa en los cumpleaños de tu infancia. ¿Cuál fue el mejor regalo que recuerdas? ¿Por qué?

Pues el mejor regalo fue una muñeca que se movía meciendo un bebé en sus brazos. Creo que ha sido la única muñeca que me regalaron los reyes, porque los reyes no tenían muchas pelas. La pedía todos los años y nunca llegaba... También pedía una bici, pero esta aún no ha llegado... nunca he tenido una bici... curioso...

jueves, septiembre 09, 2004

RELACIONES ( y 3)

“Mi querido Antonio:

Como dicen en las películas, cuando leas esta carta, yo estaré muy lejos.
He pensado mucho cómo despedirme de ti y al final he decidido hacerlo del mismo modo en que nos conocimos. ¿Te acuerdas, verdad? Me contestaste por carta a aquel anuncio que puse para vender mi coche. Y de la venta del coche pasamos a las cañas y de las cañas a las cenas y de las cenas al amor. Y fíjate que yo siempre creí que no volvería a enamorarme y ¡vaya si lo hice!, hasta el tuétano, sin querer, eso sí, como de repente, y cuando quise darme cuenta ya no había remedio.
Como creo que no hay solución buena, he pensado que esto sería lo menos malo, porque como tú me has dicho muchas veces, no se puede dejar a alguien diciéndole que le quieres mirándole a los ojos, y yo te quiero, te quiero mucho y aunque no lo comprendas, tengo que dejarte.
Como te debo tantas cosas, tanta felicidad, quiero contarte por qué me voy, porque tú eres muy inteligente, pero de cosas del corazón entiendes poco. Eres muy básico y me parece bien, pero es que sufro mucho y yo quiero ser feliz.
Esta relación me está matando. Quizá si no te hubieras empeñado en que no trabajase, quizá tendría la mente ocupada en otras cosas y no estaría todo el día pensando en qué haces. Que no soy celosa, que lo sabes, pero es que no encuentro nada mejor en el día que pensar en ti, en si estarás sentado o de pie, si comerás mucho o poco, si te reirás o estarás serio.
Y no es que no estés pendiente de mí, que lo estás. Pero no me creo cuando me dices lo guapa que estoy, porque de tanto comer me he puesto como un tonel y ni me arreglo ni nada, ni me apetece salir a comprarme ropa, con lo que yo he sido.
Sé que me quieres. Tengo la certeza cuando te despiertas asustado por la noche y me buscas con tu cuerpo y me llamas en sueños. Entonces yo te calmo y vuelves a dormirte, como un niño.
Sería absurdo que te dijese que te dejo porque nunca me has regalado flores y porque nunca me compraste el anillo de la joyería “Eloisa” que desde hace tres años miro siempre que pasamos. Hago un comentario diferente cada vez, qué caro es, qué bonito es, qué tipo de mujer llevará un anillo como ese... Pero tú ni te das cuenta.
Mi vida se convierte en una interminable espera. Espero a que llegues a casa, a que me llames, a que te acerques, a que me cuentes...
Llevamos seis años casados y me siento cansada, cansada de que todo sea perfecto y de que todas las parejas nos envidien.
Renuncié a los hijos porque tú no los querías, pero me dije que sería la única y última vez que renunciaba a algo importante.
Ahora tengo algo importante, mi vida.
No me importa lo que comente la gente, que comentará, mucho y malo.
Dirán que Mauro era mi amante y que por eso me he ido con él. Con el tiempo tú también lo creerás, pero tampoco me importa.
Sólo quiero este instante, quiero que sepas que te dejo porque no aguanto esperarte más. Y por las flores y el anillo.
Dirás que no te quería lo suficiente, pues dilo.
A veces las cosas no son lo que parecen.

Andrea.”

Cuando bajaba las escaleras se cruzó con un mensajero. Llevaba flores y una caja de la joyería “Eloisa”, perfectamente reconocible por los lazos tan cuidados que ponían, de seda.
Y pensó: “Qué suerte tienen algunas...”

miércoles, septiembre 08, 2004

RELACIONES (2)

Sus hijos la observaban de reojo mientras caminaban.
Tenía esa mirada que conocían tan bien y se preguntaban si con su avanzada edad su corazón aguantaría.
Movía sus labios levemente mientras andaba con paso decidido.

“Esto no te lo voy a perdonar. Me parece una traición en toda regla... ¿Cómo has podido?...
Levamos, ¿cuántos... cuántos años juntos? Y ahora decides que se acabó...
Tengo quince años más que tú, pero eso no pareció importarte cuando éramos más jóvenes, cuando disfrutábamos bajo las sábanas que se pegaban a nosotros y nos estrechaban...
Luego... con el tiempo... nos fuimos mirando de otra manera, pero mi mirada siempre fue expectante.
Yo creía que creábamos, pero no, veo que tú no.
Tú no has sido capaz de cumplir el pacto no dicho y eso no... dejarme así... con lo que te he querido...
Te has ido sin palmadas en la espalda y creo que dos o tres me merecía.
Y si no, una disculpa, por el amor de dios. Pero tú, cerdo egoísta, ni siquiera piensas en mí y en mi dolor.
No te has quedado en una silla de ruedas para que yo te cuidase. Tuviste que clavarte todos los hierros del coche, por joderme, seguro.
Ahora, te odio.
Mi rencor me desborda y como ves, me hace más fuerte. Esto es lo que permitirá vivir y no acompañarte...”

Mientras tiraba unas flores a la tumba, sus hijos la sujetaron. Su cuerpo temblaba y las rodillas se le doblaron, pero ni una lágrima asomó a su rostro.
-Vámonos- dijo- Lucas y yo hemos terminado.

viernes, septiembre 03, 2004

RELACIONES (1)

Él estaba en la cocina. Escuchó sus pasos que se acercaban.
-Hola, cariño- dijo ella.
-Laura...
-¿Sí?
-Laura, quiero que dejemos de estar juntos. Para siempre.
-...Estás... de... coña..., ¿no?
Pero no bromeaba. Aquella mañana le pareció perfecta para acabar con su relación. Había estado mirándola toda la noche. Era perfecta hasta durmiendo.
Él era el mediocre de la pareja y estaba cansado. Había pospuesto sus escasos planes para que ella prosperase, ella sí sabía hacer las cosas. Hasta su hijo se parecía más ella.
Laura le quería, de eso estaba seguro. Pero nunca sabría si como al hombre que él habría deseado ser o como al perro que nunca tuvieron. Es cierto que ella siempre contaba con él para todo, de eso no podía quejarse. Le llevaba a ver todos los sitios hermosos que ella conocía, a las fiestas, los restaurantes... Era el eterno acompañante.
Laura le amaba, se lo había demostrado muchas veces. Sacrificó ofertas muy deseables por estar a su lado y se enfrentó a su familia cuando ellos manifestaron que a una chica como ella no le convenía un chico como él. Dejó a un lado a sus amigos para disfrutar en exclusiva de su compañía y le quiso, le quiso mucho.
Pero esa mañana el algodón de caramelo en que se había convertido su vida le estaba ahogando, quería errores... y qué mejor error que acabar con algo tan hermoso...
-Rinnnnnnnnnnnnnnnggggggggggg!!!!!!!!!!!!!!!
Laura se despertó sobresaltada. Con el corazón palpitándole en la boca.
Se levantó temblorosa y fue al lavabo a mojarse la cara.
No podía respirar pausadamente... Inspiró y espiró... Inspiró y espiró...
Fue a la cocina y se preparó un café. Oyó unos pasos que se acercaban y sintió el beso de su madre en la mejilla.
-Adiós, me voy a trabajar. Sé buena- dijo la madre de Laura.
Laura cogió su móvil. Marcó.
-Hola, cariño- dijo él.
-Alex...
-¿Sí?
-Alex, quiero que dejemos de estar juntos. Para siempre.
-...Estás... de... coña..., ¿no?

domingo, agosto 29, 2004

CONTIGO


Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.
Yo no quiero vecinas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.
Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud.
Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardín;
lo que yo quiero,
corazón cobarde,
es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.
Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.
Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin ti.
No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas "volvamos a empezar";
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.
Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero,
muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

J. Sabina

jueves, junio 10, 2004

Solemos apreciar las cosas cuando nos damos cuenta de que nos faltan. Dicen que no hay cosa que se desee más que lo que nunca se ha tenido. Después de tener el objeto de deseo, dicen que pierde el encanto. Yo creo que lo que tiene verdadero encanto es que se mantenga el deseo y el encanto con el tiempo. Encontrar el modo de revivir todos los días la ilusión primera.
Pero... esto sólo debe ser para unos pocos elegidos.
Te sientes tú el elegido?

domingo, junio 06, 2004

Por fin he aprendido cómo puedo escribir en el blog... y además había olvidado la clave...
No es que sea tan tonta, eh? es que no he tenido mucho tiempo.
Puede ser que aquí pueda escribir todas esas cosas que siempre se quedan por decir o que me digo a mí misma en soledad.
Advierto que será un blog emotivo, porque la presión de la lógica aún no me ha convencido.

sábado, abril 24, 2004

ESTOY SENTADA... CON LOS PIES COLGANDO... Y AHORA... ¿QUÉ?